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miércoles, marzo 17, 2004
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No puede figurarse el transitar como un hecho cómodo y placentero, numerosos espectros levantan sus alas a diario para espinar el camino.
Hegóh, adalid de las desilusiones y el amor propio desmedido, realiza apariciones mágicas, pero no por ello alegres. Su compañía es inicialmente engrandecedora, provoca firmeza, entusiasmo, genera esa cuota de omnipotencia necesaria para vencer obstáculos, para detener los miedos para animarse a ser. Sin embargo, esa misma poción que encanta y engalana, poco a poco se va transformando en insuficiente. Aquel que se acostumbra a transitar con Hegóh por delante, prontamente ve que a su alrededor no camina nadie mas, en cambio, quien invoca su poder solo en los momentos de desasosiego obtiene la reserva necesaria para volver a elevarse. Es entonces, el mítico personaje, un paradójico ser. Su don maravilla especies que, perdidos por sus elíxires se embarcan en su encanto. La ceguera del día, da paso a su paraíso perfecto; allí Hegóh se encuentra muy a gusto, su comodidad resplandece sumergido en la nebulosa. Su semblante no marca el futuro, a su pesar; sabe que su éxito muta automáticamente en su obsolescencia, de modo que las ilusiones que él perime con famélico entusiasmo tendrán que sobrevivir de algún modo, sino perecerá en el olvido. Extrañamente, su fortaleza cedió, tiempo atrás, a los encantos de las ninfas, de ellas brota una musa resplandeciente. Extrañamente ella esta llamada a ser, desde su umbral celestial, la esperanza de la evolución del oscuro personaje. Hasta que ello suceda, el camino se sostiene en la maravilla de las ilusiones, ya que aún a sabiendas de darle existencia, fervorosos, entusiastas y alegres marchamos a paso firme cuando su sombra amenaza cubrirnos de tormenta. En definitiva nos complace mirar para adelante; sabemos que en el fondo hay un sol que multiplicará nuestros talentos. Cuando aquella bruma se aleja observo con regocijo a las vírgenes corriendo delante e imagino que pronto acunarán a febo. Escrito por Faivel 2:53 a. m. #
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