viernes, agosto 27, 2004

LPDT (alma en pena)
 

Acceso directo al homenaje en la sala de al lado


Algunos sabrán, otros no, pero LPDT dejó de existir en el mundo blog.

Ella, se suma a la reciente retirada de mi AMIGO Morasso, a la ya un tanto lejana partida de La Gata Negra, a la discontinuación (manifiesta o no) de los blogs de mi GRAN AMIGA Lununa, Dalusk y Atitar...

En definitiva a pérdidas, tan lamentables como inexorables, de calidad en éste ambiente.

Tengo mucho cariño por la Peorcita pero decidí hacerle trampa y prolongar su estadía por un post más (falso, claro está) como homenaje a su calidez.

Nunca alcanzará éste post de la sala de al lado la calidad que a ella la caracterizó, pero es otra forma mas de decirle cuanto la quiero (y ahogar la penita).

Salú.

Escrito por Faivel 4:17 a. m.
# Link

(0) comments (blogger - en prueba)




lunes, agosto 23, 2004

Un día mas propicio
 

Un día mas se diluyó, acumulando intrascendencia como un frasco lleno de aire, consumido por un fuego que no se atrevió siquiera a dejar olor a quemado, perdido en el ayer como el agua del río que siempre se muestra igual, aunque lo que antes vimos esté ya fuera de nuestro alcance.

La Señora del Cofre fue, con las Vírgenes, a la Feria de Golbew para conseguir las provisiones que nos garanticen un viaje medianamente confortable hasta la Montaña de la Desesperanza. Yo, intenté conseguir información acerca del camino a tomar sin mucho éxito; fue imposible hallar al flaco Eryor hasta avanzada la tarde y no rindió frutos la espera, ya que Inth no conocía el paraje buscado.

Cansadas, mis mujeres se durmieron temprano mientras yo me sentaba en una solitaria mesa de la posada a ejercer el derecho, usualmente infructuoso, de la reflexión, mientras un vaso de vino caliente con canela me acompañaba.

El camino corto, tentador como pocos, invita a descubrirlo y susurra al oído el placer de un mañana resuelto; muestra la inmediatez como una victoria fácil a la que uno se acostumbra hasta quedar prisionero de ella.

En la esquina oscura de la memoria, se guardan los recuerdos de otros tiempos, en donde no había mas sendas que las de muchos pasos.

De a poco, el pasado se va transformando en anécdotas, a las que el tiempo les va quitando palabras lentamente hasta hacerlas ocultarse por completo sin saber ya, qué decir.

Pero ellas están, agazapadas, esperando su momento de volver a vestir ropa fina. Alguien las anuncia, las sugiere; una melodía, un olor, una cara, un sueño, las invitan a recorrer nuevamente los salones principales de la memoria y se muestran con adornos que siempre pasaron desapercibidos.

Se levantan seductoras moviendo las caderas ampulosamente en cada paso, regenerando belleza y deseo como esas mujeres que cuando se separan de su hombre quieren desquitarse del tiempo perdido y se maquillan y se visten como nunca antes lo hicieron. Siembran sonrisas tiradas al aire de a puñados o devuelven lágrimas viejas teñidas de un brillo recién estrenado o, tan sencillamente, invitan a cerrar los ojos y soñar otra vez, con una sonrisa entre paréntesis y la cabeza inclinada levemente apoyada en el hombro del ayer.

Hubo un tiempo en que yo le ganaba a la vida porque ella ni siquiera me importaba, hoy peleamos mano a mano y a veces siento que esa lucha me está robando recuerdos. Se me ocurre que quizás es por eso que hay momentos en que la adivino sonriéndome victoriosa.

Me levanto de la mesa para tomar un poco de aire y camino hasta la puerta, la noche me acaricia bajo la luna gris que me hace soñar. Ella sabe que empieza un día mas propicio que finalizará diferente cuando las Vírgenes me ayuden a soplar otra vez las velas, y me llenen de sonrisas y besos mientras me cantan el cumpleaños feliz.

Para mal de muchos, volví a mi mesa para seguir reflexionando (continuará...)

Escrito por Faivel 1:20 a. m.
# Link

(5) comments (blogger - en prueba)




lunes, agosto 16, 2004

Ella
 

Migajas de oscuridad quedaban cuando volví a la habitación y no iba a poder avanzar sobre el día con mi sueño retrasado porque hoy, es especial.

Poco después de cruzar la puerta tropecé con mi morral, un poco por el cansancio que me demoraba los párpados caídos en cada pestañeo y otro poco por el licor bebido unos momentos antes.

Levanté la vieja mochila que siempre me acompaña y volví a poner todo en su lugar, en mis manos quedó ese pétalo que me había obsequiado La Rosa Negra y que viajaba conmigo hasta poder descansar nuevamente en los Jardines de Lela.

En un vuelo de añoranza, llegó el recuerdo de aquel encuentro a orillas del mar, ese mar en el que supe descubrir el mismo brillo del cabello de la Señora del Cofre en un instante en donde una pequeña ola dió una vuelta inesperada desafiando al sol. Allí, donde los colores cedían igual que los ojos de mi mujer cambiando de acuerdo al tiempo.

Antes que eso hubo un día, un día en el que la mañana nos encontró charlando palabras que no se cansaban aún cuando hubieran comenzado allá lejos en una noche vieja. Un día que no conoció el roce de los cuerpos pero que dejó un vacío de ausencias en la despedida como si tuviera que ser eterno.

La soledad después de eso fue mas cruel que nunca, los segundos eran tan largos que podían describirse antes que llegara el siguiente. Tarde me di cuenta que yo, ya no era un objeto de mi pertenencia. Después vinieron sueños de caminos, horizontes, pasos... pero fue en ese momento en que mi memoria empezó a construirse de nuevo.

Hoy la miro descansando a mi lado y me es imposible imaginar algo diferente.

Y recuerdo aquel mar que me devolvió en un momento el brillo de su cabello porque supe que en ningún lugar iba a poder encontrar algo que se atreviera siquiera a sugerir la luz que le ha dado a mi vida.

Ella, la que un día me guardó en su cofre para hacerme invencible.

Mi Mujer.

Feliz Cumple mi Amor y gracias.

Escrito por Faivel 3:46 a. m.
# Link

(0) comments (blogger - en prueba)




martes, agosto 10, 2004

LOT
 

Durante un largo rato conversamos con la Señora del Cofre acerca del pergamino, elaborando teorías imposibles y alimentando fantásticas historias de la nada hasta que el sueño la venció imponiéndose silenciosamente a una última frase incompleta.

Yo, miraba ese techo de maderas viejas recorriendo por enésima vez cada una de sus vetas esperado que las paralelas decidieran, por fin, cruzarse, pero allí seguían cada una por su camino de soledad. El sueño, escurridizo, no tuvo la deferencia siquiera de asomarse y mi cuerpo giraba y giraba como si lo estuviera llamando. Claro, los gruñidos entrecortados a mi lado que de a ratos mutaban a soplidos seseantes pudieron distraerlo, pero no es excusa ni consuelo.

Cansado de no estar cansado, me levanté silenciosamente y miré a mis tres damas entregadas a la paz antes de abrir la puerta para ir en busca de un sueño que ya debía haber llegado y se estaba retrasando demasiado.

Los tablones de la escalera rechinaban a mi paso y al llegar a la planta baja vi a Inth Eryor que, sentado en una mesa sin mas compañía que la penumbra, jugaba con un vaso de cerveza haciéndolo girar con el dedo y derramando algo de líquido sobre el que dibujaba, escribía, o vaya a saber qué.

Una caída de mentón fue lo único que insinué como saludo mientras cruzaba el salón hacia la entrada.

- Desvelado Amigo - preguntó el posadero alzando una voz ronca antes de que cruzara la puerta.

Estuve apunto de contestarle que acostumbro pasear para ver si la noche sigue siendo oscura cada vez que duermo un par de horas pero ni ganas de bromear tenía, de modo que dije:

- Sí, tengo ganas de caminar un rato.
- Vaya, hombre, es muy tranquilo por acá; sólo no cruce el riacho.
- Gracias, hasta luego-
- Hasta luego-

Buen tipo el flaco, me podría haber quedado con él, pero seguí. La noche era oscura y confortable, especial para tomarla como abrigo y caminé hacia la plaza, que era lo único que conocía.

Dos cuadras mas adelante, descubrí un lugar desde donde salían voces y risas, pensé en seguir de largo pero, entré. LOT eran las tres letras que colgaban de la entrada.

Me recibió una mujer añosa a la que le decían "la Dragona", parecía ser la dueña del lugar, sin ninguna pregunta, me invitó a sentar en una mesa que, a duras penas podía tenerse en pié. Se fue unos instantes para volver acompañada de una joven que traía una botella de licor y un par de copas, pensé para mis adentros "para qué dos" pero no hice caso.

- Ella es Leasa - dijo La Dragona - cualquier cosa que necesite pídaselo y se lo dará - añadió con una sonrisa cómplice jamás buscada.

La joven mostraba un rostro aniñado pero sin el brillo en los ojos que su edad supondría, era bonita, o lo había sido. Tomo asiento junto a mí y me miraba sin ver.

Descubrí al Bardo cantor sentado en una mesa cercana acariciando las piernas descubiertas de una jovencita que le hablaba a escasos centímetros de su boca. Varias botellas vacías en la mesa del poeta daban cuenta de una larga estancia, bien pudo haber sido el refugio encontrado en su desafortunada salida de palacio.

Me sorprendí de escuchar la voz aflautada de un hombre que se encontraba en un lugar oscuro con una soga al cuello como si fuera un animal mientras repetía "leidi", "leidi" a la dama que lo sostenía del otro lado del cordel, la que, de vez en cuando le tironeaba de la soga casi ahorcándolo al grito seco de "Tador quieto!" mientras le dirigía una inexplicable sonrisa.

Habiendo tomado ya dos copas de licor, estaba a punto de irme, no me sentía cómodo en éste extraño lugar. Una música fuerte comenzó a sonar y otra mujer presentada como Tenei-a-tor comenzó a bailar danzas exóticas, se acercó a mi y me acariciaba mientras seguía bailando con una sensualidad bastante grotesca y desacompasada.

Esperé que se fuera, me levanté y marché rumbo a la posada. Antes de salir se acercó La Dragona y me preguntó si no me había gustado el lugar.

- Sí- balbucée
- No desea pasar a intimar con Leasa o alguna de las otras mujeres - preguntó sin dejarme cruzar la puerta -
- No, hoy no, le agradezco - contesté claramente y salí, sin dejar espacio a otra pregunta -

Y me fui pensando que quizás, en otro momento hubiera dicho que si, pero en el cuarto de la posada estaba la mujer que me esconde en su cofre y no necesitaba intimar con nadie mas, aunque cada tantos pasos diera vuelta mi cabeza y volviera a mirar las luces del lugar que cada vez se hacían mas pequeñas.

Escrito por Faivel 12:31 a. m.
# Link

(0) comments (blogger - en prueba)




Faivel...
(y sus encuentros):

Desde la primera hasta
la última huella del Caminante
la rastreas por aquí



OTRAS PÁGINAS...
DEL MISMO AUTOR



MIGAJAS
(en el fondo del tarro)





Mis Canciones mudas...





Algunos intentamos escribir...


...otros saben



Me mandás un mail?


El Caminante en tu página

Regalo de Interior

Regalo de Nrgúmeno




ME GUSTA VISITAR A ESTOS AMIGOS
(muy buenos blogs):


Mi amiga Lununa

La Romu

Sherita, la princesa de la noche

Mi amigo Morasso, el escritor

Ati, la ratita artista

Mirzam, otro nombre, las mismas garras

La Diabli, mi cyberhermana


Anika, la ternura


La cara de Guatemala


El mundo de Corsicarsa


Torito, el superpibe


Johana


Fle, la loca linda


La otra cara de una amiga


Un tal Aon


Café Querétaro


Ezequiel Guernica


Ylek


Ecoloco y su castillo



Grandes cosas de chicos
(y no tanto)


Manu, el pichón

Yo Te Digo

Había una vez, una princesa


Blogs Sin "Cosito"

La Gorda

Interior y Cia

- La Oruga -
(lo nuevo)

(lo viejo)

Andrómena

Patomusa

Pattyce

Mary Carmen

Sol

Bernardo

Mafi

Mentecato

Javier y sus
3 del Miércoles


Orsai

Fulguris
(varios y buenos)


Cristina

PKTín

Cuentos Peques

Dalusk

Guty (se jué)

Rosarina


Antes pasaron cosas...

  • marzo 2004
  • abril 2004
  • mayo 2004
  • junio 2004
  • julio 2004
  • agosto 2004
  • septiembre 2004
  • octubre 2004
  • noviembre 2004
  • diciembre 2004
  • enero 2005
  • febrero 2005
  • marzo 2005
  • abril 2005
  • mayo 2005
  • junio 2005
  • julio 2005
  • agosto 2005
  • septiembre 2005
  • diciembre 2005
  • febrero 2006
  • junio 2006

  • online

    Powered by Blogger
    Template desenvolvido por Blog Templates
    Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com


    imagen

    BloGalaxia