lunes, marzo 01, 2004

Génesis

Fue la fantasía de la Mujer Gorda...
No podría precisar el momento de la concepción, quizás, fue una aparición mágica, tal vez, cual Zeus figurándose en Anfitrión, alguna estrella tomó la forma del romántico pizzero, vaya a saber del telegurú de las artes culinarias o quizás hasta del propio veterano galán de puentes románticos, quién sabe...
El misterio, seguramente, jamas será revelado, envuelto en un suave manto de ternura cobijará a quienes quieran perderse en su espesura absortos del misterio que él propone en su cueva de encanto.
Pero la génesis se había producido y propició el instante precioso para la parición de esta fantasía.
Parición?. Sí, no hubo espera, la concepción y el alumbramiento fueron inmediatos.
Y como la magia solo puede crear mas magia, este ser, fue acunado por las mas graciosas hadas (me atrevería a creer que la misma princesa Shered estaba con ellas).
Envuelto en ese momento, bajo la lumbrera poderosa de la LUNA GRIS, el nuevo engendro se vió perdido, su camino aún virgen se encontraba plagado de espinas de desilusiones y tormentas.
Lo real y lo imaginario se debatían en una batalla feroz de desencanto.
Pero como su comienzo había estado amparado de fantasía, como sostén, los primeros pasos serían dados bajo el mismo extraño embrujo.
Así, cuando las piernas temblaban sin capacidad de soportar su peso por vez primera, una mano se extendió frente a sí, la mujer del bosque, la de los mil años y espíritu joven, tomó el lugar de la progenitora (en este momento desaparecida) y quiso enseñarle a volar.
Apichonadas, las alas no parecían querer despegarse del cuerpo, sin embargo la vieja Bea, sabía que era el momento.
Bastó un empujón repentino y el nuevo pez ya estaba nadando.
Por delante tendría un inmenso oceano por sobre el que revolcarse a gusto pero el primer graznido, había sido ya dado.
La vida comenzaba a abrise como un libro en blanco, descubrir el misterio de sus letras era la aventura. Pero había sido bendecido y sabía que su andar estaría vigilado por todos los espectros a su alrededor, Lunas, Luces, Diablas, Señoras sin rostro y Flores entre otras se sumarían a la omnipresencia de las hadas y la bondadosa anciana que seguirían soportando el peso.
Al menos, por un rato.

Escrito por Faivel 1:31 p. m.

Faivel...
(y sus encuentros):