![]() ![]() |
|||
|
|||
viernes, marzo 19, 2004
Reflexión
Cansado, busco un matorral suave y mullido donde sentarme, debo meditar.
Recorro lentamente las huellas que he dejado en el camino para ver que he caminado en círculos. Sé, que el empezar a andar ha sido el mayor logro obtenido, pero también entiendo que la única forma de avanzar es modificar la marcha, cambiar la brújula que no parece estar funcionando de buen modo. Me siento protegido y temo que la protección caiga lentamente como una pluma desprendida de un ave en vuelo. Me inquieta que ese cuidado corresponda a méritos de otras vidas en proporción mayúscula. Los espectros observantes, algunos pocos visibles, agitan la cabeza repetidamente de un lado a otro, parecen buscar brillo en un pantano y quisiera que lo hubiese. Su cariño es evidente, es bienvenido, es recibido con deseo fervoroso. Pero no provocan mi ceguera y entonces se tornan insuficientes para brindar existencia, esta al menos. Levanto mi voz en el medio de la nada a riesgo de semejar locura para suplicar la lumbre en el camino. Y callo pensando, que el cariño ilumina corazones y en ningún modo razones. Me voy solo a reunirme con mis damas, sabiendo que he de crear mi propio destino o perecer, tan lentamente como mi porfía indique y tan velozmente como la soledad me abrigue. Sin embargo, inconcientemente me descubro releyendo mis pensamientos y susurrando las palabras del viejo amigo... Vengan santos milagrosos, vengan todos en mi ayuda, que la lengua se me añuda y se me turba la vista... Escrito por Faivel 1:00 a. m. #
Link
Comments:
Publicar un comentario
|
Faivel...
(y sus encuentros): Desde la primera hasta la última huella del Caminante la rastreas por aquí |