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domingo, octubre 17, 2004
Día de la Madre
Hoy se festeja el día de la Madre y tendría que escribir algo al respecto.
Podría contarles de mi vieja, que se lo merece sobradamente, pero nunca o casi nunca pude escribir algo para ella; no sé, es como que me quedo en blanco y no puedo explicar a quien es responsable de lo poco que soy y sin la cual (no estoy hablando de cuestiones de concepción) el gris que me abunda sería tanto mas evidente. Podría hablar de mi mujer, como ya lo hice en otras oportunidades, que también tiene méritos absolutos para que lo intente. Es, en definitiva, la responsable de mis dos mayores obras, de mi orgullo. El hecho de que ella sea Madre, significó automáticamente que mi vida se realizara, se justificara. Podría hablar de mi amiga Lununa, a quien casualmente empecé a leer el día que escribió el post del cumpleaños de su hija (ver el 23 de febrero). Una de esas Madrazas que le dieron para adelante sin más ayuda que su propia voluntad y que, entre tanta lucha, hoy allá lejos está acariciando sus primeras victorias. Podría hablar de Anika, y contar la tristeza que me provocó el relato de la separación con su hijo (ver el 26 de abril), cuando uno no puede imaginarse a un adolescente lejos de la Mamá sin escuchar el ruido del pecho partiéndose en no se cuantos pedazos. Podría hablar de Diablita, que cerraba el puño en contra de tantos sabihondos que solo podían darle una mano mas oscura al futuro después de pintarlo de negro. Y con ese puño cerrado y en alto fue Mamá por segunda vez como escupiéndoles en la cara de sus saberes. Podría buscar en mi vida real y hablar de Marisa o de Silvina que tuvieron que secar sus lágrimas rápidamente porque las necesidades de sus hijos no les permitían distracciones ni tiempos propios. O podría hablar de Mabel, a quien tan poquito le falta para ser Mamá, después de que la maternidad le estuviera jugando a las escondidas durante un largo tiempo. O quizás, podría decirle a Laura que ella ya es Madre y que sólo falta un rato para que finalmente la panza empiece a crecer como lo desea. Hay tantas cosas de las que podría hablar y, sin embargo nada sale. Y es tan poco para quien cree saber escribir mejor que muchos, aunque peor que los que lo hacen bien, decir tan solo... Escrito por Faivel 1:10 a. m. #
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Faivel...
(y sus encuentros): Desde la primera hasta la última huella del Caminante la rastreas por aquí OTRAS PÁGINAS... DEL MISMO AUTOR
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Grandes cosas de chicos
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